sábado, 3 de diciembre de 2016

VISITA OPCIONAL A LA EXPOSICIÓN CESPEDOSA

Hace unas semanas, fuimos en grupo a la exposición obligatoria en Tabacalera. Por cierta confusión, acabamos entrando en una exposición que no era la que nos habían pedido, pero aun así fue una visita de lo más entretenida y enriquecedora.

Era una exposición de fotografías llamada Cespedosa, por Juan Manuel Castro Prieto. Todas las imágenes giraban entorno a la memoria del autor como temática principal, situadas en el pueblo Cespedosa de Tormes en Salamanca.

El pueblo es parte de su vida, por lo que en sus imágenes reafirma el paso del tiempo a través de sus memorias. Son fotografías de objetos y paisajes cotidianos en el pueblo, en el que en muchas ocasiones crea cierto aire misterioso que te lleva a preguntarte qué es lo que ha ocurrido en el pasado para que el presente se vea de esta manera. También tiene fotografías a personas, indudablemente conocidos, y suelen ser mostradas tal y como son, sin posar ni aparentar.

La exposición es una inmersión total en el mundo rural y en las memorias del autor, que hace ver como el paso del tiempo erosiona la realidad, ya sea para bien o para mal. Muestra las cosas tal y como son, muchas veces en blanco y negro para dar una apariencia más antigua o simplemente por que el color no es necesario para transmitir lo que él siente. También pudimos observar cierto toque melancólico y exposición de varios miedos en algunas de las obras. No sabes si eran cosas que a él realmente le asustaban, pero indudablemente creaba una sensación de desasosiego en nosotros.

La exposición también contaba con varios vídeos en los que se mostraba el proceso proceso productivo de las imágenes, los comentarios del autor y demás. Estos ayudaron mucho a comprender el por qué de muchas de las fotografías expuestas y a poder descubrir más sobre el pensamiento del fotógrafo.

En mi opinión, fue una exposición muy interesante en su conjunto, las fotografías estaban cargadas con los sentimientos del autor y mostraban parte de una vida en un lugar sencillo, bello y natural. Muchas de sus obras transmitían serenidad, otras generaban la duda en nuestros corazones y nos invitaban a indagar sobre lo que el autor debía de estar sintiendo y pensando en ese preciso instante en el que tomo la foto. Recomiendo esta exposición por su gran riqueza artística y el gran interés que puede despertar sobre la fotografía y la temática intimista del paso del tiempo en la vida de una persona. A continuación dejo algunas imágenes de las fotografías de la exposición.











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