sábado, 5 de noviembre de 2016

DECIMOCUARTA CLASE DE ANÁLISIS

  La frase del día en esta nueva clase fue: "Mejor que levantar la voz, reforzar el argumento". Desde mi punto de vista, lo que esta quiere decir es que antes de enfadarse y gritar para intentar convencer a los demás que tú tienes la razón, es mejor pararse a pensar en como argumentar bien tu opinión para que los demás juzguen por si mismos si es razonable o no. No se debe alzar la voz en un intercambio de opiniones, no se puede desvalorar las opiniones ajenas tratando de hablar por encima de ellos. Es por ello que siempre seremos más escuchados y aceptados si sabemos como expresar nuestras opiniones correctamente, reforzándolas con argumentos válidos no autoritarios.

  En cuanto a la clase, se comenzó a trabajar la forma, concretamente las proporciones humanas. Maria Jesús nos puso un vídeo sobre este tema al principio de la clase sobre las proporciones de la mano y la belleza"geométrica, y a continuación nos pidió que realizáramos el ejercicio explicado. Este consistía en trazar la figura de nuestro cuerpo sobre un papel, el cual tuvimos que crear con distintos materiales para que pudiésemos caber enteros en él.
También fue necesaria la ayuda de alguien, en mi caso Blanca, para poder trazar mi figura sin que yo me tuviese que mover. 

  Después de recortar nuestra silueta, vimos oto vídeo más sobre las proporciones, en este caso en relación al Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci. Este realiza una visión del hombre como centro del universo al quedar inscrito en un círculo y un cuadrado.  En la historia clásica, el círculo representa el mundo espiritual, y también el movimiento (las piernas forman un triángulo equilátero). En esta instancia el centro del cuerpo humano es el ombligo. Por otro lado, los dedos de los brazos extendidos forman la intersección del círculo y el cuadrado, lo cual también denota la relación del hombre entre el mundo físico y el mundo espiritual. El cuadrado representa las cuatro direcciones del viento y los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego). En este caso, el centro del cuerpo humano se encuentra en los genitales.

  Por lo tanto las medidas divinas del cuerpo son las siguientes: cuatro dedos son una palma, seis palmas hacen un codo y cuatro codos es la altura del hombre. De este modo, los pies a las rodillas es un codo, de las rodillas a los genitales un codo, de los genitales a los pezones otro codo y de los pezones a la coronilla es el último codo restante. El ancho de los hombros es también otro codo


  En continuación, la longitud de los brazos extendidos de un hombre es igual a su altura. Cuatro palmas hacen un pie, y además, el pie es igual a un séptimo de la altura del hombre, la distancia del codo a la axila es un octavo de la altura del hombre, al igual que la cabeza y la cara se divide en tres partes iguales (del nacimiento del pelo a las cejas, de las cejas a la nariz y de la nariz a la barbilla) y la oreja es un tercio de la cara. Por último,la cara en si es un décimo de la altura del hombre que es igual al tamaño de la mano.

  A partir de nuestra silueta y nuestra figura real, comenzamos a tomar medidas para comprobar estas proporciones expuestas por Da Vinci, estos fueron mis resultados:


Mi cara se divide en tres partes iguales de 7 cm cada una (total 21), pero mi oreja mide 6.
Mis brazos extendidos dan como total 162 cm y los hombros son de 48. 
Mis hombros son algo más grandes que un codo mío (dos dedos).
Mi cara no es igual al tamaño de mi mano, es tres dedos más pequeña.
Mi dedo corazón se divide en tres partes de 2'4, 2'5 y 3 cm respectivamente de fuera a dentro.
Mi palma son cuatro dedos míos, pero mi brazo es de 5 palmas y dos dedos.
Mi altura total es de 164 cm y puede medirse en cuatro codos míos 8 (5 palmas y dos dedos).







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