Retomamos la costumbre de compartir una frase del día con la siguiente: "El valor es el carácter y el carácter es el destino". Mi interpretación de ella es que tener carácter significa, por un lado, que tienes el valor necesario para enfrentarte a todo aquello que se ponga en tu camino, y por otro, ese valor que forma nuestro carácter nos guiará a nuestro destino. Depende de como sea nuestro carácter, lograremos llegar o no a cualquier meta que nos propongamos. Debemos de ser valientes, tener ese aspecto de nuestra personalidad que nos hace exaltar nuestras cualidades y seguir a delante.
En esta clase comenzamos con una breve explicación, por parte de María Jesús, sobre la pasada exposición de Marcel Broodthaers. La exposición estaba formada por mejillones y huevos como objeto principal. La palabra mejillón en belga tiene otra acepción, la cual es molde. Concibe la idea de mejillón como "molde" de la realidad. Él es un artista que comenzó con la poesía literaria pero el cual también a trabajado en la poesía-objeto, de ahí que la exposición visitada se compusiese en su mayoría por mejillones y huevos. Marcel mantiene una actitud crítica contra la ideología del arte, concretamente del arte comercial. Él ataca el museo como institución, obliga con sus obras a la participación activa para poder comprender el sentido o para poder sacar los distintos puntos de vista que puede haber. Trata de hacer una renovación del lenguaje visual para transformarlo en un lenguaje de instrumento, rompe con el objeto para hacer de ello algo que no sea mercancía. Por lo tanto, Marcel busca un arte reflexivo, no mercantilista, busca crear el conflicto entre los espacios domésticos y públicos, una revolución del arte.
La última parte de la clase fue dedicada a la introducción de la textura. Esta es la materia de la que esta hecha un cuerpo por su parte externa. Es la superficie que recubre las cosas. Podemos encontrar diferentes formas de textura:
-Natural: aquella que es sensible al tacto.
-Visual: solo se puede ver.
-Artificial: simula lo natural.
Junto al color e iluminación, es la herramienta del lenguaje visual para la interpretación de una imagen. Tiene varios tipos: suave, áspero, caliente, frío, duro, blando, metálico, húmedo, seco, putrefacto... En su conjunto, la textura corresponde a la experiencia táctil, asociamos las texturas que vemos a sensaciones previas las cuales sentaron una base en nosotros sobre como es esa textura. Pero también puede ser que a través de una imagen veamos ciertas cosas las cuales tienen una textura diferente a la que creemos que tiene. La textura que percibimos con la vista no siempre coincide con la que realmente es, pero la mayoría de veces podemos reconocerlo fácilmente.
Esta imagen muestra una textura principal que es la del pelaje del león. Podemos decir que es suave, seco, blando en su conjunto...
En esta caso, una fotografía de la nieve nos muestra una textura fría, rugosa, blanda, húmeda, arenosa...
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